Los ministros de Exteriores del G7 se reúnen en un ambiente gélido y de guerra comercial
13 marzo, 2025
Julio César Rivas
Charlevoix (Canadá), 13 mar (EFE).- Los ministros de Asuntos Exteriores de un dividido G7 están llegando este miércoles a la localidad canadiense de Charlevoix para mantener tres días de reuniones, en un ambiente gélido y en medio de una guerra comercial iniciada por Estados Unidos, para discutir el conflicto en Ucrania, la situación en Oriente Medio y la región del Indo-Pacífico.
La reunión, a la que asiste el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, junto con sus homólogos de Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido, se inicia el mismo día que la Administración del presidente Donald Trump impuso aranceles del 25 % a todas las importaciones de acero y aluminio, iniciando una guerra comercial con todo el plante, incluidos sus aliados europeos y Japón.
Rubio, que llega a Canadá desde Arabia Saudí, donde ha encabezado las negociaciones para lograr un alto el fuego en Ucrania, informará al resto del G7 de lo acontecido en Yeda.
Durante una escala técnica en Dublín insistió en que el encuentro de ministros de Exteriores del G7 en Charlevoix se centrará en Ucrania y que no se tratará la guerra comercial.
Pero la transición del desierto saudí a las congeladas orillas del río San Lorenzo, donde se sitúa Charlevoix, va a ser un desafío para el secretario de Estado estadounidense.
Este miércoles, el termómetro marcó -17 grados centígrados en Charlevoix y los jardines del lujoso hotel Fairmont Le Manoir Richelieu donde se desarrollará la reunión están cubiertos por gruesas capas de hielo que hacen muy fácil resbalar.
El Fairmont Le Manoir Richellieu es precisamente donde Trump tuvo su famoso berrinche al final de la cumbre del G7 de 2018, enfadado por las declaraciones del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en una rueda de prensa.
Entonces, en el avión de vuelta a Estados Unidos, Trump ordenó retirar su firma del comunicado final e insultó a Trudeau, al que calificó de «débil» entre otras cosas, precisamente por un conflicto arancelario durante su primera presidencia.
Rubio vuelve ahora a la escena de aquella cumbre pero en un ambiente incluso más gélido.
La ministra de Exteriores de Canadá, y anfitriona de la reunión, Mélanie Joly, tiene otros planes y dejó claro este miércoles que la reunión de aliados no será lo habitual en el club de naciones occidentales más industrializadas.
«Me voy a reunir con el secretario Rubio. Y también me reuniré con mis colegas europeos y británico. Y en cada una de las reuniones, hablaré de los aranceles para coordinar una respuesta con los europeos y poner presión a los estadounidenses», advirtió Joly durante una rueda de prensa en la que Canadá anunció represalias por los aranceles impuestos por EE.UU. a las importaciones canadienses de acero y aluminio.
«Es una cuestión que va más allá de economía. Es una cuestión sobre el futuro de nuestro país. La soberanía e identidad canadienses no son negociables. Los canadienses nos hemos cansado y somos un país fuerte que defenderá su soberanía, sus empleos y su forma de vida», añadió una irritada Joly.
En lo único que parece que están de acuerdo Joly y Rubio es que durante el encuentro en Charlevoix, nadie tratará la cuestión de la soberanía canadiense, pese a la insistencia de Trump para que el país se integre como el estado número 51 de Estados Unidos. EFE
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