Aitana González

Madrid, 1 sep (EFE).- El periodista y activista Moha Gerehou, español de origen gambiano, apuesta por un «periodismo activista antirracista», ya que considera que «donde hay racismo se puede hacer antirracismo».

Gerehou (1992), que ha dedicado su carrera a visibilizar a las personas racializadas en España y a cuestionar el racismo estructural, explica en una entrevista con EFE, que «hacer periodismo desde una perspectiva crítica», que cuestione las estructuras de poder, convierte su trabajo en «periodismo activista antirracista».

Explica que su enfoque crítico en el periodismo tiene como objetivo entender «qué papel juega el poder, qué papel juegan las empresas, los medios de comunicación, las leyes, las fronteras, la migración».

Uno de los episodios que marcó su trayectoria como activista fue una experiencia en la Ciudad Universitaria de Madrid relacionada con su raza. «Sentí todas esas miradas de la gente, esa estigmatización (…). Fue en ese momento cuando me cambió el chip», recuerda, y cuenta cómo se involucró de forma más intensa con la ONG ‘Sos Racismo Madrid’.

Inclusión y representación en los medios

 El activista destaca la necesidad de reformas legales en España, como la ley de extranjería, al considerar que «es una máquina de crear exclusión, de generar fronteras internas en el propio país», pero también en otros ámbitos, como el sistema educativo y los medios de comunicación.

«El sistema educativo podría ser un lugar en el que se podría hacer muchísimo trabajo», afirma, y critica cómo ciertos colegios, especialmente en áreas con alta concentración de alumnos migrantes, reciben menos recursos, lo que impide un desarrollo adecuado.

En cuanto a los medios de comunicación, confiesa estar cansado de que «solo aparezcamos en contextos de criminalización, en contextos de excepción» por lo que subraya la importancia de visibilizar la cotidianidad de las personas racializadas y migrantes, y no solo mostrarlas en situaciones extremas.

«El racismo afecta a todos los ámbitos de la vida: desde el acceso a la vivienda hasta las redes sociales», dice, y por ende, defiende que «en cada uno de esos espacios se puede y debe hacer antirracismo».

La lucha contra el racismo: Una tarea inacabada

 Ante la actual duda de si en España realmente se quiere acabar con el racismo, Gerehou responde con escepticismo: «A nivel de discurso sí… pero a nivel de acción estamos bastante lejos».

Para el activista, enfrentar el racismo implicaría una autocrítica profunda del sistema y de cómo está construido sobre prácticas racistas.

Afirma que, aunque el racismo está presente de forma evidente en muchos casos, como en la persecución policial en barrios con alta concentración de personas negras, la sociedad tiende a verlo como «casos aislados» en lugar de reconocer un problema estructural.

El uso del humor como herramienta de denuncia

Gerehou también ha probado suerte en el teatro con la obra ‘Infiltrado en Vox’ (partido ultraderechista español), inspirada en la película de Spike Lee ‘Infiltrado en el Klan’.

A través del humor, busca denunciar el racismo y acercar esta problemática a un público más amplio. «Hay una parte del racismo que es ridículo», explica.

«A veces es tan ridículo que hace gracia». Su obra no sólo ridiculiza las posturas racistas, sino que también invita a reflexionar sobre el racismo estructural en España, añade.

Poner el foco en los responsables del racismo

 El activista, autor del libro ‘Qué hace un negro como tú en un sitio como este’, donde denuncia el racismo en España, quiere centrar su próximo libro en los «verdugos del racismo», ya que considera que mientras se ha hablado mucho de las víctimas del racismo, los responsables suelen pasar desapercibidos.

«Me gustaría poner el foco en quiénes son los responsables, quiénes son las empresas que se lucran en los países africanos… O quienes diseñan leyes que generan desigualdad», señala. EFE

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