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Jurista Internacional Carlos Enrique Peña destaca importancia de sancionar uso indebido de las redes sociales

 10 diciembre, 2023

Por: Álvaro Julio Martínez*

La necesidad que no haya fronteras para sancionar a quienes utilizan indebidamente las redes sociales y otros delitos graves que se cometen en la actualidad, los problemas de la administración de justicia, su exitosa trayectoria  que se extiende al área académica y deportiva, sus recomendaciones a los estudiantes y nuevas generaciones de abogados y su permanente fe en Venezuela,  destacaron en la entrevista que nos concedió el  prestigioso jurista internacional, doctor Carlos Enrique Peña.

Sus palabras, producto de la  reflexión de una personalidad que se ha entregado con pasión al ejercicio profesional del derecho, con una actividad académica invalorable y que también demuestran un ser visionario de la existencia de un planeta donde la humanidad conviva lo mejor posible, nos confirmaron la certeza que teníamos, que íbamos a   entrevistar a una figura  que nos daria  las respuestas acertadas en temas tan importantes como urgidos de la debida orientación.

Un hombre de tanto prestigio como usted, ¿cree que en  la actualidad en un mundo tan cambiante, las leyes deberían ser actualizadas lo más rápido posible, de acuerdo a la realidad de cada país?

Hay multiplicidad de delitos que son comunes para muchos países del mundo y sus legisladores deben avocarse a crear leyes de carácter internacional que sirvan de marco general para sancionar delitos de mucha entidad. Así como se han creado leyes para sancionar delitos como el narcotráfico, violación a los derechos fundamentales del hombre, delitos de lesa humanidad y delitos cometidos en guerras, también tratar temas que tiendan a proteger delitos contra los ecosistemas, el daño complaciente al planeta tierra que nos es común a todos,  el tráfico ilegal de niños que es hoy día un delito muy grave y el punto para mí importante, es que no haya fronteras para sancionar a aquellos que utilizan indebidamente las REDES SOCIALES para criminalizar y dañar el tejido moral de las personas y de las instituciones. Asimismo es necesario legislar para evitar que se incentive  sin sanción alguna con plena impunidad las sectas satánicas, la inducción al suicidio y   la diversidad sexual fuera de los géneros naturales, así como la nefasta promoción  del sexo por las redes sociales de niños y adolescentes con pagos de moneda virtual, la compra de drogas sin control con pagos igual con monedas virtuales.   Creo que legislar universalmente sobre estos temas, traería mucha tranquilidad a las familias del mundo sin fronteras de ninguna naturaleza.

Doctor Carlos Enrique Peña, usted como especialista en Ciencias Penales, con un desempeño exitoso en casos de gran importancia en Venezuela,  ¿cuáles son las trabas que dificultan el ejercicio de los profesionales del derecho y por ello  las personas que acuden en busca de asistencia jurídica, se quejan por la demora en la decisión de los tribunales?

Creo que el problema está en los sistemas de administración de justicia. En materia penal con la puesta en vigencia del Código Orgánico Procesal Penal, COPP,  en 1.998, pensábamos que la administración de justicia penal iba a mejorar, pero el Sistema Acusatorio nuevo, para mí no se desarrolló plenamente y han venido surgiendo deformaciones de un modelo que no es puro, porque tiene mucho del anterior el Inquisitivo y muchos de los operadores de la justicia no cumplen a cabalidad los roles que el nuevo sistema les impuso, creándose en el proceso penal desviaciones de lo que el sistema acusatorio conlleva. Dos ejemplos: Los jueces de control son jueces garantistas, cuyo mandato es mantener en equilibrio los derechos de quien ha sido imputado pero no condenado y que se presume inocente hasta que se pruebe lo contrario, sumado a la presunción de la inocencia y a la regla de Libertad no como excepción sino como regla, y eso no se cumple. En materia Procesal Civil, un Código de Procedimiento Civil tan antiguo que mantiene una multiplicidad de procedimientos, sin vocación para cambiarlo y con tanta multiplicidad de recursos ordinarios y extraordinarios que hacen inalcanzable la justicia. Como decía el maestro Arminio Borjas: el proceso civil venezolano se convierte en una red enmarañada de recursos que no dejan que el proceso fluya y por ende la justicia queda inmersa en el limbo del tiempo.

¿Cómo ha hecho para combinar exitosamente el ejercicio de su profesión en los tribunales de justicia de Venezuela con sus labores académicas en la educación superior, en la cual ha ocupado cargos de tanta importancia como el de vicerrector de la Universidad Santa María?

Se complementan sin abandonar a ninguna de las dos. Quizá la académica requiere mayor dedicación de acuerdo a los planes de mejoramiento que se tienen para enaltecer la educación y la formación de nuevas generaciones. El ejercicio profesional se realiza sin que sufra la otra, mediante asociados o compañeros de bufetes, con el aporte de lo que debe hacerse siempre, de lo que es el marco de la probidad y trabajar siempre en defensa de quienes son “victimas”, no delincuentes, ese es y será nuestro perfil.

Con sus invalorables méritos en el campo del derecho, debido a sus diferentes estudios de especialización, magister y doctorado en Ciencias Penales y su dedicación constante y exitosa en su profesión, ¿qué consejos o recomendaciones le da a sus estudiantes y las nuevas generaciones de abogados?

Seguir las orientaciones de los padres y de sus maestros, para que se formen con apego a los principios de la decencia, probidad, honradez profesional y jamás olviden las enseñanzas de quienes los encaminen, ojalá con el propósito de superarlos algún día. Por eso traigo a colación dos frases del insigne maestro Del Veccio, quien señaló “Infeliz el Maestro que no deja mejores discípulos que él”, pero también dijo otra gran verdad, “Infeliz el discípulo que desconoce la obra de sus Maestros.”

En su prolífica vida, también conocemos que en su juventud fue un destacado futbolista en Venezuela, al punto de formar parte de la Selección de Venezuela. ¿Qué nos puede referir de esa trayectoria deportiva?

Así como la docencia ha sido para mí un norte en mi vida, también lo ha sido el Futbol. Jugué desde las categorías menores en Mérida. Fui a campeonatos nacionales, un Sudamericano; jugué  9 años futbol profesional, iniciando mi carrera con el equipo Estudiantes de Mérida y luego pasé al Club Deportivo Portugués de la Liga Mayor, fui preseleccionado en el año 1.970, estuve en el World Football Cup for Lawyers (un Mundial de Abogados)  como Vinotinto de Abogados, en Antalya, República de Turquía y actualmente juego con el equipo de ExVinotinto, que viajamos, dando Clínicas y compartiendo tanto en Venezuela como en el exterior.

Dos historias, dos épocas, en la gráfica el astro mundial Alfredo Di Stéfano con Carlos Enrique Peña, cuando ambos coincidieron en el estadio Santa Rosa de Mérida, Venezuela, representando uno de los tantos momentos inolvidables de su también exitosa trayectoria deportiva.
Como capitán del Club Deportivo Portugués, contra Estudiantes de Mérida.

La pandemia del Covid 19, afectó significativamente el desarrollo de todos los países del mundo. ¿Cuáles considera que son las más importantes lecciones que dejó a la humanidad?

Soy católico y creo que fue una gran lección que nos dio el Señor. El mundo está muy delicado. Se han perdido todos los valores con los que fuimos formados. Hoy es diferente, hemos perdido a nuestros hijos desde pequeños cuando rompimos el vínculo afectivo que nos unía a ellos, cambiándolos por un iPod, un teléfono inteligente y una Tabla, y los niños se desconectaron de sus padres. Hoy los perdimos con sus secretos que guardan en las paredes de sus cuartos.

¿Tiene fe en Venezuela?

Siempre, nunca se pierde.

¿Qué representa para usted el galardón Personalidad Iberoamericana 2022 y 2023, otorgado por la Organización de Periodistas Iberoamericanos OPI, en el Auditorio del Ateneo de Madrid, y en el Graham Center de la Universidad Internacional de La Florida -FIU- en Madrid y Miami, respectivamente?

Nunca he pensado que he sido merecedor de esos dos galardones, tampoco pude desecharlos, no soy nadie para hacerlo. Sé que eso ha sido fruto de evaluaciones que la Organización de Periodistas Iberoamericanos ha hecho de muchas personas a nivel internacional, para reconocer sus aportes a las sociedades del mundo, a la educación y a la formación de nuevas generaciones, y con mucha humildad doy a esta prestigiosa Organización, mis mejores sentimientos de agradecimiento. Los he recibido con mucho orgullo y ello ha llenado de mucha alegría y felicidad tanto a mí como a mi familia. Gracias, muchas gracias.

*Presidente OPI