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Incendio en el Gran Pantanal, el mayor humedal del planeta

 20 noviembre, 2023

Carlos Meneses

Miranda, Brasil, 20 nov (EFE).- En el suroeste de Brasil, las llamas continuaron el domingo devorando todo lo que encontraban a su paso en el Gran Pantanal, el mayor humedal del planeta, en medio de un ambiente de tensión porque los propietarios de tierras dificultaron el acceso de bomberos y periodistas.

Nunca antes el Gran Pantanal, un rico ecosistema compartido por Brasil, Bolivia y Paraguay y hogar de una de las mayores poblaciones de jaguares del planeta, había sufrido tantos incendios en noviembre, tradicionalmente un mes de lluvias primaverales, de las que este año no había ni rastro.

Según las autoridades, se han producido 3.880 incendios en lo que va de noviembre, un récord para el mes. Entre las causas figuran el fenómeno meteorológico de El Niño y una sequía extrema que ha afectado a la Amazonia en los últimos meses.

El Gran Pantanal se encuentra justo al sur de la cuenca del Amazonas y recibe lluvia y humedad de ésta a través de corrientes atmosféricas conocidas como «ríos voladores».

En los estados brasileños de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, fronterizos con Bolivia, la batalla contra los incendios se libra día y noche.

Además de temperaturas que superan los 40 grados centígrados (104 grados Fahrenheit) y fuertes ráfagas de viento, los bomberos deben lidiar con una topografía compleja y con los grandes terratenientes que controlan estas tierras.

Hay incendios que sólo Dios puede apagar», dijo a EFE Ronaldo Constantino, jefe de la brigada indígena «Terena Taunay Ipegue» de la división de lucha contra incendios del Instituto Brasileño de Medio Ambiente.

Constantino y su equipo llevan una semana alojados en una enorme hacienda ganadera llamada Estância Miranda, muy cercana al parque estatal Pantanal do Rio Negro, que les sirve de base para sus operaciones.

Aunque es uno de los biomas más diversos del planeta, el 90% del Pantanal brasileño está en manos de particulares, principalmente ganaderos y agricultores.

El ánimo de los bomberos está por los suelos; incapaces de detener las llamas, en los últimos días se han conformado con construir cortafuegos, a la espera de un milagro en forma de lluvia.

«Aquí mando yo»

Cerca de la sede del rancho, en una vasta zona de vegetación autóctona, dos kilómetros de frentes de fuego avanzan sin control, como pudo comprobar un equipo de EFE al que el capataz del rancho obligó a borrar las imágenes.

«En ausencia del dueño, aquí mando yo. No tenéis derecho a estar aquí. Tienen que volver y borrar las fotos», exigió.

Según una fuente de una agencia federal de medio ambiente, esta reacción podría deberse a la posibilidad de que uno de estos frentes de incendio pudiera haber sido provocado por ellos, por lo que temen una futura auditoría de las causas del incendio.

Un sargento de bomberos que trabaja en la zona dijo a EFE que es «extremadamente difícil» que en una zona con vegetación autóctona, un incendio haya podido originarse por causas naturales.

El propietario declarado de la hacienda es piloto privado, ingeniero civil e hijo de un empresario que ganó dinero en el sector de la construcción y amplió sus negocios a la agricultura en el Gran Pantanal. La prensa local se hizo eco de su boda.

En declaraciones a EFE, dijo que su «única y constante preocupación es la tergiversación» que puedan hacer los medios de comunicación al registrar los incendios en una zona que asegura es suya.

«No tenemos nada que ocultar», aseguró.

También subrayó que la cultura del fuego forma parte de la vida del marismeño y que la sequía que sufren este año forma parte de un «ciclo normal». Los expertos en meteorología, por su parte, afirman que las sequías están empeorando debido al cambio climático.