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El plan de recortes del Instituto Goethe abre un debate sobre la política cultural alemana

 08 octubre, 2023

Berlín, 8 oct (EFE)- Los planes del Instituto Goethe de cerrar nueve de sedes, la mayoría de ellas en Europa, genera un debate sobre la proyección de la política cultural del país para difundir la lengua y la cultura alemana en el mundo.

El plan fue presentado como parte de una «transformación general de la organización global» y como expresión de futuro.

Las primeras protestas se dieron cuando quedó claro que los dos lugares más afectados serán Francia e Italia. El diario «Südeutsche Zeitung» recordó que la cultura francesa y la cultura italiana habían sido claves para Goethe y que, si se quiere hacer una reforma que reduzca la importancia de esos dos países, se debería empezar por cambiarle el nombre el instituto.

«Goethe no estaría de acuerdo», titulo en la misma línea el diario «Der Tagespiegel» de Berlín un artículo sobre la reforma, citando a la escritora italiana Francisca Melandri.

En Italia deberán cerrar las sedes de Génova, Turín y Trieste. Además el plan contempla recortes y reducción de actividades en la sede de Nápoles. En Francia las de-Burdeos y Lille y una oficina de representación en Estrasburgo.

Los críticos temen que los cierres se vean como una señal de que Alemania pierde el interés por sus tradicionales socios europeos y por el diálogo cultural en Europa, en parte por necesidades de ahorro y en parte por el deseo de tener presencia en otras partes del mundo.

Los otros cierres deberán ser en Curitiba (Brasil), Rotterdam (Holanda), Washington (EEUU) y Osaka (Japón).

El presupuesto del Instituto Goethe es de 239 millones de euros. En 2024 deberá ahorrar 24 millones de euros. Al mismo tiempo existe el deseo de aumentar la presencia en otras regiones, como el este de Europa -con nuevas sedes en Polonia y Moldavia- el sur del Pacífico -para estar cerca de países especialmente amenazados por la crisis climática- y algunos estados de EE.UU. como Texas.

Otra idea que subyace en el plan es de liberar fondos para mejorar los programas y la oferta digitalizada a través de recortes en personal y con la eliminación de sedes que tienen un costo alto.

Una portavoz del Ministerio de Exteriores, al ser interrogada sobre la reforma, dijo que esta era parte de un giro en la política cultural marcada por el deseo de aumentar la presencia alemana en regiones claves. Además también señaló que, pese a los cierres, Francia seguirá siendo el país con la mayor presencia del Instituto Goethe.

Pese a ello las críticas no cesan y el presidente francés, Emmanuel Macron, según informaciones de la prensa alemana, abordará el asunto en su próxima entrevista con el canciller alemán, Olaf Scholz.

Dentro de Alemania tres políticos de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el principal partido de oposición -entre ellos el expresidente del partido Armin Laschet- han pedido en una carta conjunta a Scholz que impida los cierres.

El Instituto Goethe fue fundado en 1952 y lleva el nombre del poeta, novelista y dramaturgo Johann Wolfgang von Goethe, considerado la figura más emblemática de la cultura alemana. La principal fuente de financiación de la organización son los aportes de los presupuestos del Estado.

Entre las tareas de la organización, con 158 sedes en 98 países, está la enseñanza del alemán como lengua extranjera, el apoyo a la formación de profesores de alemán, la difusión de la cultura alemana y el fomento del diálogo cultural con otros países, muchas veces en cooperación con otras organizaciones similares.

El diálogo entre las culturas fue una de las preocupaciones centrales de Goethe a lo largo de toda su vida y en su obra planteo el surgimiento de una literatura universal -por encima de las literaturas nacionales- a partir de ese intercambio que, anticipó, sería reforzado por el avance de los medios de comunicación.

rz/jac