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El segundo adiós de Monchi, el ‘arquitecto’ del Sevilla de los títulos

 17 junio, 2023

Curri Carrillo

Sevilla (España), 17 jun (EFE).- Ramón Rodríguez ‘Monchi’, que se ha comprometido con el Aston Villa inglés, ha formalizado su segundo adiós de su club de siempre, un Sevilla en el que, con sus fichajes y traspasos, sus planificaciones en su mayoría exitosas, ha sido el gran ‘arquitecto’ de un equipo que, con él en la dirección deportiva, ganó once títulos, el último la séptima Liga Europa hace solo 16 días en Budapest ante el Roma.

Monchi lo ha sido todo, hasta ahora, en el Sevilla, el ‘capitán general’ después de 34 años en el club -21 como director deportivo-. Adorado por la afición, por su bagaje de siete Copas de la UEFA/Liga Europa, una Supercopa europea, una de España y dos Copas del Rey, la marcha del ‘mago’ de San Fernando ha decepcionado al sevillismo, que de nuevo se siente huérfano sin el gran hacedor de las hazañas logradas en este siglo: once de sus quince títulos en sus 133 años de historia.

El propulsor del crecimiento meteórico del club nervionense, que pasó de estar por última vez en Segunda en 2001 a abrir un histórico capítulo de éxitos en mayo de 2006 con su primera UEFA en Eindhoven (Países Bajos), ya dejó el proyecto sevillista en junio de 2017, cuando fichó por el Roma, aparte de otro intento fallido en 2006 y algún amago más.

El gaditano ha puesto rumbo a Birmingham tras una ardua negociación con el presidente sevillista, José Castro, y su vicepresidente José María del Nido Carrasco, quienes querían que siguiera y le conminaron, sin éxito, a reconsiderar su decisión, más aún al estar muy reciente la nueva Liga Europa ganada y por el pase a la ‘Champions’, por cuarta campaña seguida, que ha conllevado.

El punto de discordia, salvado finalmente por el poderío económico de la ‘Premier League’, en este caso del Aston Villa, era si abonaba o no la cláusula de 2,5 millones de euros incluida en su contrato indefinido con el Sevilla, que, como no ha logrado que diera marcha atrás, no ha transigido y la ha hecho valer, además de en torno a medio millón más por incumplir los plazos del preaviso.

El ‘León de San Fernando’, su apodo en honor a la localidad gaditana donde nació hace 54 años, es un director deportivo ‘sui generis’, que muere por ‘su’ Sevilla. Su visceralidad y su corazón sevillista le llevaron a declarse un «ultra» del equipo del barrio de Nervión en los multitudinarios festejos por la ‘Séptima’, hace dos semanas.

Esa catarata de sentimientos y la euforia del sevillismo se han quedado ahora ensombrecidas por el anuncio de su marcha por parte del ‘druida’ que siempre tenía a mano el brebaje mágico para acertar casi siempre en la configuración del equipo, muchas veces bajo la fórmula exitosa de ‘vender para seguir creciendo’.

Monchi ha sentido quizás que ya no tiene la misma independencia y libertad de acción, y que posiblemente debe lidiar con más injerencias de las que desearía por parte de los dirigentes y otros ejecutivos sevillistas tras una convulsa y pésima temporada en Liga (duodécimo en la tabla) y con una muy mala planificación que se corrigió en parte en enero, en ambos casos ‘sólo’ atenuada por el pelotazo de haber logrado otro título europeo.

Al final, posiblemente cansado y agotado, tras un año de mucho sufrimiento porque el equipo coqueteó con el descenso hasta salvarse cinco o seis jornadas antes de acabar LaLiga de la mano de José Luis Mendilibar -su tercer entrenador del curso-, ha apostado por iniciar una nueva etapa lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán.

Aún así, y después de que un nefasto inicio supusiera el fin de ciclo de su primer técnico, Julen Lopetegui, y de que no funcionara su recambio, el argentino Jorge Sampaoli, el Sevilla remató una campaña desastrosa en Liga de forma triunfal, con la gloria alcanzada en Budapest.

Por ello, y al conocerse que deseaba irse tan solo cinco días después de que el Sevilla ganara su septima Liga Europa, las sensaciones de los sevillistas fueron de sorpresa e incredulidad, que se unieron en muchos casos a las críticas hacia Monchi por no entender su proceder y considerar que su salida llega en el peor momento posible.

Aunque, como en todo, hay división de opiniones, gran parte del sevillismo piensa, según se aprecia en las redes sociales, que deja una papeleta muy complicada para el club, pues el segundo adiós del que siempre han considerado casi como un ‘dios’, el gurú de los fichajes y traspasos, ha llegado en plena ebullición de la planificación del próximo curso.

Es la segunda vez, y casi la tercera, que Monchi, quien llegó en el verano de 1987 como joven portero al filial y estuvo en el primer equipo entre 1990 y 1999, separa su camino profesional del Sevilla, pues casi al final de la 2005-06 alcanzó un acuerdo por escrito con la U.D. Almería, aunque luego dio marcha atrás.

Justo ocho días antes del primer título europeo ganado en Eindhoven, ofreció incluso una conferencia de prensa en Almería, el 2 de mayo de 2006, en la que alegó motivos «estrictamente personales» para su cambio de postura y agradeció el comportamiento del club almeriense.

De nuevo reincidió, como si se tratara de un bucle que se activara a golpe de altibajos, el 30 de mayo de 2016, en este caso doce días después de que el Sevilla ganara su tercera Liga Europa seguida ante el Liverpool en Basilea (Suiza).

Este nuevo amago no llegó al extremo de lo ocurrido diez años antes con el Almería, pero fue el segundo intento serio de Monchi de abandonar el barco sevillista, del que ha sido guía y timonel durante sus 21 años como director deportivo y con un rédito espectacular en número de títulos y también económico por su exitosa política de fichajes y traspasos.

Al día siguiente, sin embargo, anunció que continuaría al conminarle el club a cumplir su contrato, aunque la noticia causó un gran sobresalto en la afición, luego acrecentado cuando Unai Emery, el técnico de esas tres Liga Europa (2014, 2015 y 2016) y con quien Monchi coincidirá ahora en los ‘Villanos’, pagó los 2 millones de su cláusula y fichó por el PSG.

Un año después sí prosperó su deseo de afrontar retos nuevos al anunciar a finales de marzo de 2017 que dejaba el Sevilla y acceder éste a la rescisión de su contrato, que se concretó en junio con su fichaje por el Roma, aunque dos años después, en marzo de 2019, volvió al club hispalense.

Desde entonces, y tras apostar por Lopetegui, el equipo ganó en agosto de 2020 la que entonces era su sexta Liga Europa, en plena pandemia frente al Inter en Colonia, y se clasificó tres veces seguidas, por vez primera vía Liga, para la ‘Champions’.

Este logro lo agrandó el pasado 31 de mayo con la ‘Séptima’ ganada al Roma, ya con Mendilibar. Ahora, todo es incertidumbre por el peso específico de Monchi en el Sevilla, y más aún al marcharse en plena época de planificación. EFE

cc/sab