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Meritxell Colell refleja el «estigma» con el campo con el estreno de «Dúo» en Argentina

 21 mayo, 2023

Verónica Dalto

Buenos Aires, 21 may (EFE).- El «terreno» de la cordillera de los Andes enmarca la intimidad de una pareja de artistas que viaja mostrando su obra y el diálogo con las mujeres del altiplano moviliza a Mónica en el filme «Dúo», de la española Meritxell Colell, una confrontación de culturas que trasciende la ficción y que se estrena el próximo jueves en Argentina.

«Es un viaje de aprender a mirar cómo hay un estigma en relación no solo a los pueblos originarios, sino al campo. Como si en esos lugares no hubiera cultura, cuando está llenísimo y tiene más sentido que la que puede haber en el arte contemporáneo», explica a EFE Colell (Barcelona, 1983).

En el filme, la actriz y bailarina asturiana Mónica García regresa a Argentina y, con su pareja, el actor Gonzalo Cunill, salen de gira para mostrar un espectáculo de danza contemporánea por distintos pueblos en el noroeste de Argentina, en el límite con Bolivia y Chile.

Conviven con la sencillez, los silencios y los carnavales que despiertan recuerdos en Mónica, la devuelven a su origen, mientras decide qué camino tomará con su pareja de hace 25 años.

«Ellos dos son dos personajes muy encerrados en su mundo, casi claustrofóbico, de una pareja que se ha construido todo su universo alrededor de ese dúo», relata Colell, y agrega: «En ese viaje es imposible que las grietas no se vayan abriendo y que surjan otras formas de entender lo que es la vida».

DETRÁS DE CÁMARA

Colell tiene una «ilusión enorme» por estrenar esta película en Buenos Aires, donde espera que los argentinos «sientan que el retrato es honesto» y «que no se sienta esa mirada que a veces hay de cine latinoamericano ´for export´ o de cierto colonialismo o de la miseria, cuando hay tantísima belleza».

Como sus personajes, la película emprende una búsqueda a través de los límites geográficos y culturales.

«Para mí es muy importante que toda película se construya desde el territorio y con el territorio», dice Colell, y explica que los Andes y el altiplano «habla de la inmensidad» y «da una geografía que tiene mucho que ver con cómo están los personajes en ese momento».

La cultura de esas comunidades era algo que le interesaba «mucho de confrontar con una pareja de artistas que están en crisis con lo que son, con las relaciones, con el vínculo, con lo que hacen. En esas culturas puede haber muchas problemáticas, pero hay un amor y una resistencia muy fuerte», relata Colell.

Entre el documento y la ficción, la película muestra a personajes que «son un reflejo de lo que somos nosotros, el equipo que está detrás de la pantalla» y «hay una reflexión sobre el hecho de hacer la película misma», porque «un grupo de extranjeros» que llega a una comunidad a hacer una película «sin que nadie les haya pedido que vayan allí».

De hecho, la película refleja cierta improvisación, que «viene mucho de la danza, que es la escucha», destaca Colell.

«Me gusta más la puesta en situación, más que puesta en escena. Nos gusta trabajar en equipo reducido, orden cronológico y la ficción se reescribe a medida que nos vamos encontrando con situaciones. Lo que pasa fuera de la pantalla se traslada adentro», explica la catalana.

DOCUMENTACIÓN

“Dúo” es el segundo largometraje de ficción de Colell, quien ha ganado la Biznaga de Plata del Festival de Málaga con su opera prima, «Con el viento», y forma parte de una nueva generación de directoras españolas cuyo trabajo ha alcanzado en los últimos años repercusión internacional.

La realización de “Dúo” fue un viaje «largo y duro» pero «apasionante», porque consistió en cinco viajes de documentación durante dos años y luego la pandemia cortó el rodaje. La filmación de esa documentación, desde esa intimidad, «nos salvó la película», reconoce.

Los viajes de documentación sirvieron para conocer las realidades, escribir, investigar, pasar tiempo con las personas «reales» que Colell quería que participaran en la película.

«Se va generando otro vínculo que permite que la película sea otra cosa» y «alejarla de la idea de colonizador-colonizado o de la mirada extranjera, antropológica, o etnográfica y acercarla a algo un poco más íntimo», describe.

«Te das cuenta que esa mujer se parece a tu abuela», recuerda.

Colell considera que «las películas tienen que ser documento de una realidad y momento» y, por eso recalca «lo maravilloso» que es tener productores que «vieran claro que hay que destinar dinero a desarrollo» y que «se tiene que llegar al rodaje con un proyecto lo más sólido posible».

En esos momentos de investigación es cuando descubrió los khipus, un sistema de cuerdas con nudos que servían de registro contable de los Incas, que la han llevado a su nuevo proyecto en Perú. EFE

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