El ultranacionalismo israelí marcha mañana en Jerusalén Este pese a tensión con palestinos
 17 mayo, 2023
Jerusalén, 17 may (EFE).- En plena tensión tras la última escalada militar con la Yihad Islámica en Gaza, miles de israelíes tomarán parte mañana en la Marcha de las Banderas de Jerusalén. Esta movilización de tono ultranacionalista conmemora anualmente la toma por parte de Israel de la zona Este de la ciudad en 1967, que para los palestinos supone una expresión simbólica provocativa de la ocupación israelí.
La marcha se hará poco después de una tregua que el fin de semana pasado acabó con cinco días de intenso intercambio de fuego entre milicias palestinas de la Franja e Israel, y el Gobierno derechista de Benjamín Netanyahu permitirá el paso de los participantes por el barrio musulmán y otros puntos de la Ciudad Vieja de Jerusalén, un lugar sensible por ser epicentro del conflicto palestino-israelí.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) condenó la celebración de la marcha, que tachó de «provocativa», y el Departamento de Estado de EE.UU. pidió «moderación» y llamó a los participantes de la marcha «a abstenerse de acciones» y «retórica que inflamen tensiones».
TENSIÓN CON GAZA
El grupo islamista Hamás, gobernante en Gaza, instó a Israel a no cruzar «líneas rojas», y apeló a los palestinos a juntarse en torno a la Explanada de las Mezquitas «para formar un muro que bloquee» el acceso de ultranacionalistas israelíes al recinto, tercer lugar más sagrado del islam situado dentro de la Ciudad Vieja, aunque la ruta de la marcha no prevé la entrada a este complejo.
En mayo de 2021, la Marcha de las Banderas fue detonante final para que Hamás lanzara cohetes hacia Jerusalén tras semanas de tensión, lo que desencadenó una fuerte escalada bélica de 11 días.
Esta vez, pese al alto nivel de alerta tras la ofensiva israelí contra la Yihad Islámica Palestina (YIP) en Gaza la semana pasada -que dejó 33 muertos en la Franja y 2 en Israel-, el aparato de Defensa israelí no prevé un nuevo lanzamiento de proyectiles ni otro repunte de tensión a no ser que la situación se descontrole en gran medida.
Hamás y las milicias gazatíes amenazan con actuar si se sobrepasan los límites en la marcha, pero cargos de Seguridad e Inteligencia israelíes creen que las probabilidades de ello son bajas tras los últimos golpes asestados a la YIP y el poco interés de Hamás en enfrentarse ahora a Israel en otro conflicto abierto.
Prueba de ello es que no se involucró en los intercambios de fuego y se mantuvo al margen en esta última escalada con la YIP.
MARCHA ULTRANACIONALISTA
Cada año, el evento congrega en gran medida a jóvenes de extrema derecha nacionalista, religiosa y procolona. Estos marchan ondeando banderas israelíes para celebrar la toma israelí de Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días de 1967, que para ellos significó la reunificación de la ciudad. Esto contrasta con el sentimiento de los palestinos, que lo ven como un suceso que apuntaló la ocupación.
El acto tiene respaldo del Ejecutivo israelí, y Netanyahu confirmó esta semana que se celebraría según su ruta tradicional, la que entra a la Ciudad Vieja por la Puerta de Damasco y recorre el barrio musulmán, principal elemento de tensión.
En la movilización es común escuchar cánticos como «Muerte a los árabes», y los insultos y agresiones contra palestinos -que en parte se ven forzados a clausurar comercios en la Ciudad Vieja y a encerrarse- son habituales pese a la alta presencia policial.
Esta vez, la Policía desplegará a más de 2.000 agentes para mantener el orden. En años previos fue criticada por no actuar o hacerlo de forma leve ante las agresiones por parte de israelíes contra palestinos, mientras detractores de la marcha denuncian que Israel ha ayudado a crear un escenario de impunidad que permite actuar a los ultranacionalistas sin consecuencias posteriores.
Está previsto que en la marcha participen ministros de la actual coalición de Gobierno -la más derechista en la historia del país-, como Itamar Ben Gvir o Bezalel Smotrich, principales líderes del ultranacionalismo de corte religioso y colonos que abogan por profundizar la colonización israelí sobre territorio palestino.
Según la ONG Ir Amim, la marcha es «una muestra de incitación antipalestina» con «actos de provocación, violencia y destrucción de propiedades palestinas con poca o ninguna intervención policial».
La entidad presentó una petición junto a palestinos al Tribunal Supremo para impedir que la movilización se haga también por dos rutas adicionales desde colonias israelíes en Jerusalén Este que recorrerían «el corazón de los barrios palestinos». EFE
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