Acorralada, la oposición de la India se alinea contra la mano dura de Modi
 03 abril, 2023
Mikaela Viqueira
Nueva Delhi, 3 abr (EFE).- Procesos judiciales abiertos, arrestos, investigaciones y condenas a prisión de destacados líderes políticos, empujan a una fragmentada oposición india a alinearse contra la mano dura del partido gobernante del primer ministro, Narendra Modi, con la vista puesta en las generales del próximo año.
La descalificación de Rahul Gandhi, delfín de la histórica dinastía Nehru-Gandhi, por una condena por difamación logró que la mayoría de la oposición se uniera para denunciar las tácticas de la formación Modi, el Bharatiya Janata Party (BJP), para desarmar a sus adversarios.
“A pesar de las diferencias en sus ideologías políticas, están unidos en sus críticas al Gobierno del BJP en lo que se refiere al sostenimiento de los valores democráticos en el país”, indicó a EFE el analista político Sreejith Panickar.
Este movimiento, al que se sumaron incluso aquellos que tienen rencillas con el Partido del Congreso (INC), la formación de Gadhi, responde a que «muchos líderes de la oposición se enfrentan a investigaciones de las agencias centrales o son llevados a varios tribunales de justicia del país. Entonces, es natural que se unan en este aspecto contra el BJP de Modi», sostuvo.
UNA LARGA LISTA
El caso de Gandhi, que será apelado hoy por el líder opositor en un tribunal, es uno de los más recientes en la larga lista de rostros destacados y formaciones políticas que se han visto envueltos en entramados con la justicia.
El pasado viernes, el jefe de Gobierno capitalino, Arvind Kejriwal, fue multado por un tribunal del estado occidental de Gujarat, cuna de Modi, por cuestionar la formación académica del mandatario indio.
Manish Sisodia, ex jefe adjunto del Gobierno de Nueva Delhi y mano derecha de Kejriwal, fue arrestado el pasado febrero acusado de corrupción en relación a una norma del gobierno de la capital india sobre la venta de alcohol.
El ministro de sanidad de Nueva Delhi, Satyendar Jain, fue detenido, acusado de lavado de dinero en mayo del año pasado, justo antes de la celebración de elecciones en el estado norteño de Punjab, donde su partido y el BJP se disputaban el poder.
La formación Shiv Sena, del estado occidental de Maharashtra, se dividió el año pasado después de que un líder clave rompiese filas y se aliase con el BJP, generando una crisis interna que derivó en la dimisión de Uddhav Thackeray, presidente del partido y jefe de Gobierno regional.
El líder del Partido Samajwadi en el estado norteño de Uttar Pradesh, el principal bastión del BJP, fue destituido de la asamblea legislativa estatal tras ser condenado por un tribunal en relación a un discurso de odio en 2019.
También Rahul Gandhi y su madre, Sonia Gandhi, fueron acusados de corrupción en relación a la gestión de la deuda del National Herald, diario fundado por su bisabuelo y líder independentista, Jawaharlal Nehru, el primer mandatario de la India tras la independencia del Imperio británico en 1947.
La denuncia fue presentada en enero de 2013 por un político del BJP.
SOLO LA UNIÓN NO HACE LA FUERZA
Ante las críticas, Modi no dio su brazo a torcer y definió la táctica de la oposición como una unión de corruptos que ataca y cuestiona a las instituciones que se limitan a cumplir con la justicia.
La imputación de una figura tan relevante de la política india como Rahul Gandhi, hijo, nieto y bisnieto de primeros ministros, «se vuelve importante ya que transmite el mensaje de que todos son iguales ante un tribunal de justicia», precisó el analista.
Al fin y al cabo, matizó, en teoría «el BJP no ha hecho nada contra Rahul Gandhi en este caso: fue el tribunal de Surat (del estado occidental de Gujarat) quien lo declaró culpable».
Pero lejos de la convergencia, «es poco probable que esto tenga un impacto» en clave electoral, ya que «para que una alianza amplia trabaje contra el BJP, deben tener un programa mínimo común, una ideología compartida y un acuerdo sobre quién los liderará», señaló el analista.
Tal como está el panorama político de la India, Panickar cree que «todos los partidos de la oposición quieren liderar la alianza y, por lo tanto, sería bastante difícil encontrar un líder común».
El cumplimiento de esa condena podría convertir a Rahul Gandhi en el cabecilla del movimiento pues «mejorará su estatus político, ya que el Congreso (INC) lo destacaría como alguien que tuvo que ir a la cárcel por hablar en contra del partido gobernante», destacó.
Pero si los partidos de oposición no aceptan su liderazgo, esto no ayudará ni al Congreso ni a Rahul Gandhi» en su lucha por el poder, concluyó Panickar. EFE
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