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La noche es de los amantes y el punk de Patty Smith

 17 junio, 2022

Barcelona, 17 jun (EFE).- Si «la noche es de los amantes», que dice su clásico «Because the night», el punk pertenece a Patti Smith.

La legendaria artista estadounidense ya ha cumplido los 75 pero su energía e imagen sobre el escenario de Pedralbes este jueves en Barcelona no recuerdan en nada al estereotipo que reproduce la cultura popular de las mujeres de su edad.

Smith, en una noche especialmente reivindicativa, ha cerrado su concierto con su himno “People have the power” y ha pedido al publico del festival de Pedralbes que «alce su voz» y «proteste» contra el poder y las injusticias ahora que ya ha pasado lo peor de una pandemia de dos años que «ha sido un tiempo muy duro para todos».

«Estamos tan contentos de estar aquí de vuelta en España, de vuelta en Barcelona. Tocando música y pasando una noche con vosotros», ha dicho al público presente, formado por tres generaciones distintas.

La estadounidense no ha parado de moverse durante la más de media hora de concierto, abrió su recital con «Redondo Beach» de su álbum debut «Horses» y no faltaron otros clásicos de su repertorio más nostálgico como «Dancing Barefoot».

También «Grateful» y «My blakean year», la canción que dice la leyenda le vino a la cabeza y se sentó en ese mismo instante en el suelo hasta que la terminó.

Aunque han sido sus tres canciones más reconocidas, los colofones finales del concierto, «Gloria», «Because the night» o el reivindicativo «People have the power», los que han puesto de pie a las gradas.

Sobre el escenario su ya veterana banda, incluido su hijo Jackson, algunas banderas ucranianas en mensaje de paz y solidaridad, valores muy reivindicados durante toda su carrera por la también activista y poetisa.

Patti Smith tenía ya cita con el festival barcelonés desde 2020, pero la pandemia cambió los planes y sus fans han tenido que esperar dos años para verla.

Smith, que se ha enamorado del «sol de España», a juzgar por sus redes sociales, lleva varios días en un hotel del Garraf en el que este miércoles noche improvisó un concierto para unos pocos afortunados.

Después de la capital catalana, el sábado será el turno de Vitoria y en Madrid, en Las noches del botánico, el próximo lunes, Smith finalizará su minigira española.

La pandemia no ha sido capaz de parar las ganas de la roquera de seguir al pie del cañón y el parón de dos años parece casi anecdótico comparado con el paréntesis que se tomó en los ochenta antes de regresar con todavía más fuerza, emulando a su admirado Bob Dylan, también abonado a las giras eternas.

Smith llega a España después de meses de gira por Australia, Nueva Zelanda y Europa, en cuya capital, Bruselas, protagonizó un polémico momento cuando tuvo unas palabras de apoyo al actor Johnny Deep, en pleno juicio por difamación contra su ex, Amber Heard.

En Barcelona, también se ha acordado de «Jack Sparrow».

En el mes de mayo, la artista, admiradora declarada de todo lo francés, recibió la Legión de Honor francesa en la biblioteca pública de Brooklyn de manos del embajador de Francia en EEUU.

También por sus 75 primaveras la plataforma Filmin acaba de estrenar el documental «Patti Smith: Electric poet», dirigido por las francesas Anne Cutaia y Sophie Peyrard.

Sus comienzos se remontan a la vibrante escena neoyorquina de los 70, tras llegar a Manhattan pertrechada con el poemario «Iluminaciones» de Rimbaud, unos lapiceros y un cuaderno de notas, cuentan las biografías.

Sin conocer a nadie, y con referentes musicales como los Rolling Stones, la Velvet Underground y Bob Dylan, consiguió hacerse un hueco en la escena.

En aquel Nueva York del Chelsea Hotel, se codeó con Janis Joplin, Allen Gingsberg o Jimmy Hendrix.

En el mítico CBGB dio sus primeros conciertos -el mismo escenario donde en esos días tocaban los Ramones, Blondie o Talking Heads- y el productor Clive Davis (Arista Records) le ofreció su primer contrato discográfico, del que saldrían álbumes como «Horses» (1975), un éxito de ventas y de crítica y que aglutinaba la esencia del ‘underground’, la poesía ‘beat’ y la actitud punk.

Tras una década alejada de todo, unos años que dedicó a la maternidad y a su matrimonio con Fred ‘Sonic’ Smith, volvió a editar un disco en 1988 y desapareció de nuevo hasta que a raíz de la muerte de su marido, en 1994, volvió a reunir a su banda. EFE

lmi/fp