Aprender cocina mexicana en España con las recetas de Frida y Diego Rivera
 12 junio, 2022
Madrid, 12 jun (EFE).- En la Casa de México de Madrid, junto a las cocinas profesionales del restaurante, cuatro jóvenes españoles escuchan atentamente a un chef que les explica cómo limpiar un chile, freír un plátano o elaborar una salsa de los platos con los que Frida Kahlo y Diego Rivera deleitaban a sus amigos en las fiestas.
Desde el pasado mes y hasta el próximo noviembre, los residentes o visitantes de la capital podrán aprender técnicas, historia e ingredientes de la cocina mexicana gracias al taller gastronómico «Entre Sabores, de manteles largos con Frida».
El taller, enmarcado en las actividades paralelas de la exposición «Frida Kahlo, alas para volar» con cuadros originales de la popular pintora mexicana, ofrece una clase con ocho alumnos como máximo en la que cocinar y probar el resultado final.
«Hoy vamos a ver dos recetas del libro Las fiestas de Frida y Diego, vamos a hacer dos platillos que arraigan la historia y diferentes técnicas que se utilizaban tanto en la época prehispánica como en la Conquista, que es el surgimiento de la comida mexicana como la conocemos», explica el chef, Juan José Méndez, en el taller.
Así, los alumnos comienzan a cocinar los chiles, primero directamente sobre el fuego, después quitándoles la piel y más tarde sacándoles las semillas para evitar un exceso de picante.
«He comido mucha comida mexicana, pero nunca he sabido bien cómo se hacía», dice a EFE Víctor, uno de los participantes del taller, quien valora el hecho de que, además de aprender las técnicas culinarias, el curso sea una puerta hacia la historia de México a través de su gastronomía.
UNA COCINA QUE VA MUCHO MÁS ALLÁ DE LOS TACOS
Las fiestas de Frida y Diego eran muy conocidas en la Ciudad de México. Grandes personalidades de la época acudían a las citas de la pareja de artistas, quienes dedicaban mucho tiempo a la cocina para deleitar a sus invitados.
La comida, centro de las celebraciones, era laboriosa y muy variada, al igual que lo sigue siendo la gastronomía mexicana actual, reivindica el chef En los talleres, los alumnos «se sorprenden porque tienen una idea de la cocina mexicana que está limitada a tacos o fajitas…» afirma Méndez.
«En realidad la cocina mexicana es muy amplia, tiene muchísimos platillos de los que seguimos conservando tanto las técnicas como los platillos, no solamente prehispánicos sino del periodo de la conquista» de los españoles, cuenta.
En ese sentido, Víctor, que se ha encargado de asar, pelar y triturar los tomates y otros ingredientes para la salsa, dice que «la cocina mexicana es mucho más complicada de lo que parece» así como «mucho más variada de lo que se cree».
Además, este interesado por la gastronomía mexicana celebra que en el taller se expliquen «técnicas que hay en España, pero también otras muchas más que nosotros no tenemos».
EL ARTE CULINARIO, UNA HERRAMIENTA PARA UNIR DOS PAÍSES
Eduardo Pérez, director de asuntos empresariales de la Casa de México, explica a los participantes que este curso no es solo una clase de una receta específica sino «la forma de mostrar la riqueza culinaria de todo México».
«Son platillos muy representativos en la vida de esta artista mexicana, colaboramos con chefs y restaurantes mexicanos para mostrar esta riqueza culinaria que tiene todo México y lo hacemos semanalmente para que el público conozca esas raíces, y que no somos solo tacos o guacamole», afirma.
Pérez cuenta que el programa tiene una «connotación gastroempresarial» para difundir el «arte culinario mexicano» pero también «promover los negocios entre México y España».
«Vienes pensando que vas a ver las cuatro cosas que ves en los restaurantes y te das cuenta de que no tiene nada que ver, hay cosas muy distintas e interesantes», incide Miguel, otro de los alumnos del curso.
Otra alumna, Beatriz se detiene en las explicaciones del chef: «nos iban explicando las diferencias que hay, los elementos que están en la cultura prehispánica y cuáles llegan luego, aprendes a diferenciar y ves cómo se iban combinando».
Al final de la clase, los alumnos forman una fila, cada uno con su plato, donde colocan una base de la salsa, dos chilles rellenos de queso, arroz y plátano frito.
A partir de ahí empiezan a oírse los «ummm» o los «guau», algún «oye pues le hemos quitado las semillas, pero aún pican» a lo que, por supuesto, el chef mexicano contesta a los aprendices españoles: «eso no es nada». EFE
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