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La Academia de España en Roma explora la conexión entre sociedad y paisaje

 18 mayo, 2022

Roma, 18 may (EFE).- La Real Academia de España en Roma se abre «hasta la cocina» para exponer al público los proyectos artísticos en los que sus residentes, procedentes de España, México, Bolivia, Perú y Argentina, trabajan desde hace meses y en los que destaca la conexión entre paisaje y sociedad.

Los 21 residentes de esta edición han mostrado a Efe los estudios en los que viven y trabajan y que el público podrá visitar en la jornada de puertas abiertas «Open Studios», el próximo jueves, para conocer las obras a las que están dedicando sus nueve meses en Roma y que abarcan un amplio abanico de formatos.

Entre las coloridas temáticas de esta edición, que cuenta con una amplia presencia de artistas latinoamericanos, destacan las relaciones creadas entre la sociedad y el paisaje, un vínculo que el pintor peruano Daniel de la Barra explora con su pincel.

En sus lienzos, expuestos en un amplio y luminoso estudio situado en al azotea de la Academia, el artista inicia «un viaje que deconstruye los conceptos y narrativas que han sometido al paisaje», y lo hace a través de la imagen, «una herramienta de sometimiento de la tierra», describió a Efe.

Asimismo, el artista peruano revive el trabajo que los antiguos becarios de la Academia realizaron como paisajistas para plantear una crítica sobre la romantización de la Naturaleza y de escenarios como las minas de oro de Latinoamérica.

De la Barra transporta esta crítica a la actualidad con unas grandes palabras que «históricamente han sometido» la Naturaleza excavadas en los campos agrícolas italianos, que serán fotografiados y llevados a la pintura, con el objetivo de ejecutar un «trabajo de antipaisaje, que busca representarlo desde sus pérdidas y anhelos».

La madrileña Mónica Gutiérrez también explora el vínculo entre sociedad y Naturaleza, creando una red entre los agricultores de los huertos comunitarios de Roma para plantear «nuevos modelos de ciudad que primen una convivencia entre especies», comentó a Efe la miembro del colectivo artístico Basurama.

Agricultura, sostenibilidad y gastronomía se entrelazan en los espacios más insólitos de la Academia de España, como su cocina, que ha sido ocupada por los cítricos en distintas fases de descomposición que el valenciano Carles Tarrasó está tratando con el objetivo de crear un nuevo lenguaje gastronómico plurisensorial.

El clásico arte de la escultura también ocupa su lugar en la Academia de la mano de la catalana Mireia Saladrigues, que plantea un juego de investigación alrededor de dos de los actos iconoclastas más paradigmáticos del siglo XX: cuando dos hombres rompieron las esculturas del ‘David’ y ‘La Piedad’ de Miguel Ángel.

«Hago una mezcla de técnicas de restauración y geología para plantear distintos planteamientos escultóricos alrededor de estos hechos», dijo a Efe Saladrigues, quien ha hablado con expertos, testigos y el propio perpetrador del martillazo para reconstruir el relato sobre este acto vandálico y el arduo proceso de restauración que le siguió.

La interactividad también es protagonista en la creación del director escénico boliviano Diego Aramburo, que destaca una realidad agravada por la pandemia: «la falta de relaciones humanas».

«Como Humanidad cada vez nos relacionamos menos con lo distinto, nos encerramos en pequeñas burbujas familiares, laborales, donde podemos encontrarnos con lo conocido, con quienes afirman lo que nosotros haríamos», critica el también dramaturgo, que se plantea cómo tener una relación con formas distintas de ser y pensar.

Con la experiencia en primera persona de encuentros que Aramburo mantiene con personas del mundo de las artes escénicas y que se proyectarán en vídeo, el artista boliviano quiere «invitar a la gente a que no deje de relacionarse con las artes y que las cuestione», llamándolos a participar en la propia muestra y a conocerse entre ellos para quizá iniciar nuevos encuentros que tejan una red de relaciones duraderas. EFE

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