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La Junta impulsa la mejora de la «super internet» que usa la ciencia andaluza

 18 abril, 2022

Sevilla, 18 abr (EFE).- La comunidad científica y académica andaluza dispone de una «super internet» con más de 3.000 kilómetros de autopistas de fibra óptica, una infraestructura de comunicación de alta capacidad, más avanzada, veloz y potente, que se verá mejorada gracias a un convenio firmado con Red.es.

La Consejería de Transformación Económica impulsa este año la renovación y ampliación de la red de comunicación la Red Informática Científica de Andalucía (RICA), lo que permitirá aumentar el ancho de banda de 10 a 100 gigabits, ha informado la Junta en un comunicado en el que señala que se trata de una red en la que la información viaja no en megabits sino en gigabits y cuyo acceso está restringido al público en general.

Los usuarios domésticos, las empresas o las administraciones utilizan para el desempeño teleático de sus actividades y servicios la versión convencional de internet, desplegada y gestionada por los grandes operadores de telefonía, pero al margen de esa red comercial existe este ‘super internet’ que solo puede ser usado por la comunidad científica y académica andaluza.

A través de un mallado de 3.100 kilómetros de fibra óptica y diez nodos o Puntos de Presencia (PdP), RICA interconecta a las diez universidades públicas y a 45 centros y organismos también de naturaleza pública que desarrollan su labor en el territorio andaluz.

Este soporte especializado afronta este año una mejora considerable de sus prestaciones gracias al convenio firmado a finales de 2021 entre la Consejería y la empresa pública Red.es, adscrita al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.

En el marco de ese acuerdo, RICA modernizará su equipamiento, renovando los diez routers de los que dispone -uno por cada nodo-, que cuentan con un tamaño que multiplica por dos dígitos los que se instalan para uso doméstico y alcanzan un peso de más de 100 kilos cada uno.

Esa actualización permitirá multiplicar por hasta diez el ancho de banda del que disponen actualmente las universidades y centros de investigación, ya que la malla informática pasará de interfaces de conexión de diez gigabits por segundo, escalables hasta 40, a contar con una capacidad de hasta 100 gigabits por segundo.

Si se compara con la fibra óptica que conecta a los hogares, el potencial es casi 160 veces mayor.

Con ese aumento de caudal, los datos incrementarán en volumen y viajarán a más velocidad, pudiéndose llegar a transmitir hasta 4.000 vídeos de ultra alta definición al mismo tiempo sin demoras ni almacenamiento en el búfer (memoria de almacenamiento temporal de información).

De ello se beneficiarán los 2.129 grupos de investigación adscritos a las instituciones académicas e infraestructuras de investigación tan relevantes y singulares como el Instituto de Astrofísica de Andalucía, con sede en Granada, o el Observatorio Calar Alto, en Almería; así como los centros del CSIC. Todos estos agentes se encuentran a la vanguardia del conocimiento y tratan de dar respuesta a desafíos científicos claves para el progreso de la sociedad andaluza.

El proyecto de mejora también contempla el despliegue de dos nuevas extensiones de conectividad de fibra óptica; la primera entre el nodo instalado en la Universidad Pablo de Olavide (UPO) y el punto ubicado en el CicCartuja, el centro del CSIC que tiene su sede en el Parque Científico y Tecnológico Cartuja.

Y la segunda unirá el CicCartuja con la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA). Con ello se cerrará el anillo de fibra a disposición de científicos e investigadores en la ciudad de Sevilla, ya que, en la actualidad, la red cuenta en la capital hispalense con dos ramales no conectados entre sí, de forma que su interrelación se suple con la red comercial.

La inversión total para ejecutar la intervención se ha estimado en más de 2,4 millones de euros, que se financiarán en su totalidad con los Fondos Next Generation procedentes de la Unión Europea. La Consejería aportará, además, todo el trabajo técnico que será necesario realizar para culminar con éxito la renovación y ampliación de la infraestructura científica.

Entre otras funciones, esta red de comunicación da soporte a los supercomputadores, que resultan claves para casi todos los campos de la ciencia ya que permiten el manejo de una gran cantidad de variables y operaciones y pueden realizar todo tipo de simulaciones a través de la inteligencia artificial, con posibilidades casi inabarcables.

Este internet para científicos andaluces se creó en 1989, en paralelo al nacimiento de la RedIRIS, la infraestructura que comenzó a desplegar un año antes el Gobierno central para dar servicio a la investigación en la geografía nacional. Andalucía se convirtió, por tanto, en una de las primeras comunidades que comenzó a mallar su territorio con esa finalidad.

Cuando surgió contaba con líneas de 9.600 bits por segundo, una capacidad que dista bastante de la que se alcanzará tras la adecuación proyectada. Con posterioridad, en 2001, evolucionó para lograr los 155 megabits por segundo, manteniéndose con esas prestaciones hasta 2009.

La estructura andaluza está diseñada con dos salidas al exterior, lo que posibilita su unión con la RedIRIS-NOVA estatal -la evolución de RedIRIS- y, gracias a esa interconexión, puede entrar en contacto con el resto de redes académicas y de investigación de los demás países europeos y con la paneuropea GÉANT.

Incluso, esa relación supera la frontera europea y permite la colaboración con grupos de investigación de EEUU, Canadá o Japón y países de América Latina, Asia o África. EFE

vg