Los hermanos Foenkinos reúnen seis fantasías sexuales en una comedia negra
 02 noviembre, 2021
Madrid, 2 nov (EFE).- El juego de rol, el exhibicionismo, la dacrifilia o la tanatofilia son algunas de las parafiliales sexuales que abordan los hermanos Foenkinos en «Les fantasmes», una comedia negra compuesta por seis historias diferentes que invita a la libertad y la diversidad sexual y que se estrena este viernes en cines.
Es el tercer largometraje que codirigen el conocido escritor David Foenkinos y su hermano Stéphane, después de «La délicatesse» (2011), basada en una novela del primero y «Jalouse» (2018). Esta vez se trata de una adaptación del filme australiano «The little death» (2014) que también sirvió de inspiración hace unos años al español Paco León en «Kiki el amor se hace» (2016).
«Usamos un quince por ciento del filme original, el resto de fantasías las buscamos por nuestra cuenta», señala a Efe Stéphane Foenkinos, que emprendió su propia investigación de parafilias y elaboró un catálogo de 250.
«Es increíble el repertorio, hay quien se excita al frotar cebollas sobre su cuerpo o haciendo el amor sobre muebles… para nosotros se trataba de combinar fantasías más evidentes con otras más extrañas pero todo lo que contamos existe», subraya.
La más extrema es la historia que protagonizan Carole Bouquet y Mónica Bellucci, dos iconos eróticos que dan vida a una pareja que acude furtivamente a funerales de desconocidos porque la muerte les excita.
«Ha sido muy interesante ver cómo a ciertas personas estar cerca de la muerte les da más ganas de vivir, el caso de esa pareja de mujeres es un poco extremo pero teníamos claro que iba a ser una historia de amor, no algo macabro», sostiene.
Expertos en abordar situaciones incómodas, a los Foenkinos les sedujo esta propuesta que vino de sus productores por su potencial cómico, pero también por la posibilidad de hablar abiertamente de sexo más allá de los tabúes que persisten en las conversaciones.
«Antes la represión era exterior, por la sociedad o la religión, pero hoy es más grave porque es una autorrepresión y es algo loco que la sexualidad siga siendo un problema y tengamos tabúes cuando el sexo está por todas partes en la sociedad occidental, pero pese a todo no hablamos de ello», reflexiona.
Foenkinos considera que lo que hay detrás de esa represión es miedo a la diferencia. «Lo que hemos querido decir en esta película es ‘puedes ser quien quieras y amar como quieras, eso sí, que tu pareja esté tanto'».
Otro factor que les atrajo del proyecto fue el reto de hacer un filme compuesto por varias historias cortas.
«Es un formato maldito, se suele decir que no funciona en el cine pero teníamos referentes como algunas comedias italianas de Dino Risi o la más reciente ‘Relatos salvajes'», menciona. «Lo que nos gusta es poner la locura en el realismo y creo que eso diferencia esta película de las otras versiones».
Stéphane es el mayor de los hermanos, cuenta que fue él quien introdujo la cinefilia en su casa y se declara admirador del cine francés de los 60, la comedia musical americana, las películas de Pedro Almodóvar y el surrealismo de Buñuel.
Comparte con su hermano la admiración por otras parejas de hermanos directores como los Dardenne, los Taviani o los Coen.
«David y yo somos muy diferentes en el carácter y en el modo de vida, lo que nos une y nos excita al trabajar juntos es la necesidad de sorprendernos, si conseguimos sorprender al otro normalmente es una buena señal de que podemos hacerlo también con el espectador».
Magdalena Tsanis, EFE.