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El viaje de Milena Smit a Venecia como la nueva «Chica Almodóvar»

 02 septiembre, 2021

Venecia (Italia), 2 sep (EFE).- (Imagen: Álvaro Padilla) De vez en cuando en el cine surge una carrera que parte con una celeridad inaudita y recibe el título de «promesa». Es el caso de Milena Smit, una joven actriz que hoy pisará su primera alfombra roja internacional, la de la prestigiosa Mostra de Venecia, de la mano de Pedro Almodóvar: «Ha sido un viaje increíble», sostiene horas antes de su puesta de largo.

«Es una gran responsabilidad, pero lo estoy viviendo con muchísima emoción desde el primer día», reconoce en el salón del lujoso hotel veneciano en el que se hospeda, con los ojos pintados de azul, rodeada de asistentes y con una sonrisa indeleble en el rostro.

A sus 24 años Smit es toda una estrella en el Festival de Venecia, donde ha cautivado con su papel de coprotagonista en «Madres Paralelas», la cinta con la que Pedro Almodóvar aspira a ganar el León de Oro en la gala del próximo 11 de septiembre.

Hace dos años la joven murciana de madre manchega y padre holandés trabajaba como recepcionista en un hotel, luego llegó su participación en «No matarás» (2020) junto a Mario Casas, una sorprendente nominación al Goya y un misterioso proceso de castin.

Smit hacía las pruebas para «Madres paralelas» mientras presentaba su primer largo en el festival de Sitges, pero sus representantes decidieron no desvelarle para qué película eran: «Intentaron hacerme la vida más fácil», ríe.

Revelaron las cartas en la cuarta prueba: «Me caí de culo. Me lo contaron el día de mi cumpleaños y fue el mejor regalo», rememora.

El siguiente paso fue acudir a las oficinas de la productora del director manchego, la primera prueba con él y con su compañera en la cinta, Penélope Cruz: «Fue mágico porque no tenía ni idea de lo que iba a suceder ahí dentro pero tenía claro que fuera lo que fuese quería disfrutar aunque sea una hora con ellos».

Durante el rodaje, Milena y Penélope entablaron una intensa amistad que les valió el apodo de «Pili y Mili» y que dejaba entrever incluso cierta «telepatía».

«Ha sido un flechazo, creo que hemos conectado de una forma maravillosa y además nos pasan cosas, estamos tan conectadas que el día que vi la película por primera vez, nada más salir del cine tenía un mensaje de ella preguntándome qué tal», sostiene.

Y agrega: «Las dos muy lloronas, nos hemos tirado muchos momentos de emoción y de intensidad llorando juntas y abrazándonos, y disfrutando de las escenas que estábamos haciendo como nada en el mundo. Y ha sido fantástico tenerla de compañera».

En la cinta las dos son la cara y la cruz de una misma moneda: Milena es Ana y Penélope, Janis, y sus vidas quedan entrelazadas para siempre en el paritorio, al quedarse embarazadas al mismo tiempo, en una historia arropada por el contexto de la memoria histórica.

«Creo que este es el mayor máster que he hecho en mi vida», apunta la joven actriz, que desde que terminó «No matarás» se ha formado en un seminario en Cristina Rota y ha realizado un curso de Bernard Hiller.

Desde entonces empezó a encarrilar proyectos -«no tuve tiempo de formarme más»- y eso poco importa (al menos) hoy, cuando pisa la alfombra roja de Venecia, el festival de cine internacional más antiguo del planeta.

Además, Smit observa el futuro con optimismo y por el momento se prepara para aparecer en dos nuevas películas: «Libélulas», que surgió después de que se descartara una «especie» de capítulo piloto para una serie, y la ópera prima de Rubin Stein, «Tin&Tina», con Jaime Llorente.