Shelly-Ann Fraser-Pryce se toma la revancha de la final olímpica
 27 agosto, 2021
Redacción deportes, 27 ago (EFE).- La jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce se tomó la revancha de la derrota sufrida ante su compatriota Elaine Thompson-Herah en la final de los 100 metros lisos de los Juegos de Tokio, tras imponerse este jueves a la campeona olímpica en la reunión Athletissima de Lausana, décima etapa de la Liga de Diamante, con un tiempo de 10.60 segundos, la tercera mejor marca mundial de todos los tiempos.
Un registro que demostró que todavía hay que tener muy en cuenta a la veterana atleta jamaicana, que cumplirá 35 años el próximo mes de diciembre, y que parecía haber quedado relegada a un segundo plano tras la proezas de Thompson-Herah en los Juegos de Tokio.
Pero nunca hay que subestimar a una atleta, que no sólo no se ha bajado del podio olímpico en los 100 metros desde los Juegos de Pekín 2008, sino que acumula cuatro títulos de campeona del mundo en el hectómetro, el último en Doha 2019.
«Lo crean o no, todavía no he realizado mi mejor carrera, sé que puedo dar todavía más, aún tengo que trabajar para perfeccionar mi técnica. Habrá más esta temporada, mi objetivo es correr en los 10.5», señaló Fraser-Pryce en declaraciones difundidas por la organización.
Y por lo visto este jueves en Lausana habrá que creer a la atleta jamaicana que cimentó su triunfo en una explosiva salida.
De hecho, su compatriota Elaine Thompson-Herah, que llegaba a la cita dispuesta a asaltar el legendario récord del mundo -10.49- de la estadounidense Florence Griffith-Joyner tras quedarse el pasado en Eugene a tan sólo 5 centésimas -10.54-, no pudo nunca remontar su desventaja inicial.
Ni la aceleración final de Thompson-Herah, oro en Tokio en los 100, 200 y 4×100, bastó para impedir el triunfo de Shelly-Ann Fraser-Pryce, que rebajó en 3 centésimas su hasta ahora mejor marca personal, para imponerse con un tiempo de 10.63, una centésima menos que su compatriota.
Registro que situó a «pocket rocket» -cohete de bolsillo-, como se conoce a Fraser-Pryce en la tercera plaza de la clasificación mundial de todos los tiempos sólo por detrás de la estadounidense Florence Griffith-Joyner y de su compatriota Elaine Thompson-Herah.
Si la atleta jamaicana puso en cuestión el récord del mundo, quien dejó claro que no se conforma con la plusmarca universal que estableció en los Juegos de Tokio es la venezolana Yulimar Rojas, que saltó hasta en dos ocasiones por encima de los 15.50 que contaba la ucraniana Inessa Kravets como récord del mundo antes de la cita olímpica.
Si los 15.56 que Rojas firmó en su primer salto no tienen validez estadística por un exceso de viento, +3,5 metros por segundo, los 15.52 que la venezolana alcanzó en su cuarto intento, suponen el segundo mejor salto de todos los tiempos.
Una marca que no dejó satisfecha a Yulimar Rojas, que entrena a las órdenes del cubano Iván Pedroso en la localidad española de Guadalajara y que en su última tentativa buscó, aunque sin éxito, los 15.67 metros que estableció en la capital japonesa como nuevo récord del mundo.
Mientras que las grandes estrellas femeninas de la reunión brillaron como estaba previsto, más grises se mostraron los astros masculinos, como demostró la derrota del pertiguista sueco Armand Duplantis.
Y es que el vigente campeón olímpico y plusmarquista mundial de la especialidad no sólo no logró el triunfo, sino que ni tan siquiera logró subir al podio, tras concluir cuarto con unos «discretísimos» 5,62 metros.
Duplatis, que tan sólo hizo un salto valido, falló en su tres tentativas sobre 5,82, pese que se vio con claridad que la altura se le quedaba corta, al contrario que el estadounidense Chris Nilsen, plata en Tokio, que superó el listón a la primera para alzarse con la victoria.
Si logró el triunfo el noruego Jakob Ingebrigtsen en la final de los 3.000, pero el nórdico, campeón olímpico de los 1.500, nunca estuvo en disposición de poder asaltar el récord de Europa -7:30.76- del belga Mohammed Mourhit, tras imponerse con un tiempo de 7:33.06.
Por su parte, el también noruego Karsten Warholm, campeón olímpico y plusmarquista mundial de los 400 vallas, tan sólo pudo ser cuarto en su incursión en los 400 lisos, tras firmar un crono de 45.51 segundos, 34 centésimas más que el ganador de la prueba, el estadounidense Wilbert London, que se alzó con la victoria con un tiempo de 45.17.EFE
jv/apa