Aoun pide al Parlamento libanés que tome medidas ante el levantamiento subsidios
 15 agosto, 2021
Beirut, 15 ago (EFE).- El presidente libanés, Michel Aoun, pidió hoy al Parlamento una reunión de emergencia para solucionar la decisión del Banco Central de levantar los subsidios del combustible mientras el principal hospital privado del país advirtió de que tendrán que cerrar en dos días por la escasez y decenas de personas «morirán de inmediato».
Aoun pidió al presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, que convoque una sesión de la cámara para «encontrar una solución a la decisión de levantar las subvenciones» de combustible después de que su primer intento fracasara con el primer ministro interino, Hasan Diab, según un comunicado de presidencia.
Diab, quien dimitió hace un año tras la explosión en el puerto de la capital, afirmó que rechazaba reunirse sobre este tema con Aoun «para no violar la Constitución» debido a los «poderes limitados» que tiene por su interinidad.
Por otro lado, el gobernador del Banco Central, Riad Salame, afirmó ayer en una entrevista a Radio Líbano que «deberían aprobar una ley en el Parlamento» para que sea posible gastar las reservas y así evitar el levantamiento de los subsidios, que ha provocado hoy el cierre de muchos negocios en el país mediterráneo ante la imposibilidad de tener energía.
El pasado día 11, Salame dijo que «no es capaz de seguir respaldando la adquisición de carburantes».
Como consecuencia, el hospital de la Universidad Americana de Beirut advirtió hoy en un comunicado de que «se enfrenta a un desastre inminente debido a la amenaza de un cierre forzoso a partir del próximo lunes 16 de agosto como consecuencia de la escasez de combustible».
Según la institución, esto significa que «ventiladores y otros dispositivos médicos que salvan vidas dejarán de funcionar. Cuarenta pacientes adultos y quince niños que viven con respiradores morirán de inmediato».
Además, 180 personas que padecen insuficiencia renal morirán «después de unos días sin diálisis. Cientos de pacientes con cáncer, adultos y niños, morirán en las próximas semanas».
La subida de precios y la escasez de combustible repercute directamente en el suministro de electricidad a la población libanesa.
Desde hace semanas, la compañía eléctrica libanesa solo proporciona un máximo de dos horas al día de suministro eléctrico, mientras los proveedores de energía alternativa, a través de generadores privados, racionan las horas de luz por la escasez de diésel para hacerlos funcionar y multiplican su precio desmesuradamente cada poco tiempo.
La población afronta graves dificultades para conservar alimentos, trabajar en remoto o aguantar las temperaturas del mes más caluroso del año, al tiempo que la falta de suministro eléctrico afecta a la producción industrial, el funcionamiento de hospitales y escuelas, e incluso la seguridad vial. EFE
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